Cap. 4 | La Inteligencia Artificial Generativa en Educación: ¿Ahorro de Tiempo o Trabajo Oculto para Docentes?

CHARLAMOS SOBRE EDUCACIÓN #CSE

En el episodio de hoy, producido por NotebookLM tomando el estudio de Selwyn et al. (2025), nos adentramos en el debate sobre la Inteligencia Artificial Generativa (IA Gen) en la educación. A menudo, se nos vende como la gran salvación para los docentes, una herramienta que les ahorrará tiempo y esfuerzo. Pero la realidad es mucho más compleja y, a veces, desafiante. El "trabajo oculto" de la IA En esta investigación con 57 profesores, se revela una verdad poco discutida: lejos de ahorrarles tiempo, la IA a menudo crea un trabajo "oculto" de revisión y corrección. Los docentes invierten un esfuerzo considerable en reparar los contenidos generados que perciben como deficientes, demostrando las limitaciones inherentes de estas herramientas. Las fragilidades de la IA en el aula El estudio identifica una serie de "fragilidades educativas" de la IA que obligan a los docentes a intervenir: Desconexión con el currículo: La IA no comprende las sutilezas de los planes de estudio ni la terminología local. Falta de criticidad: Las respuestas de la IA suelen ser excesivamente positivas y poco críticas, lo que no sirve para temas que requieren una retroalimentación más rigurosa. Ignorancia del estudiante: La IA no conoce a los alumnos. Su feedback o sugerencias de diferenciación carecen del tono, el estilo o el nivel de complejidad que se adapta a las necesidades específicas de cada estudiante. Falta de autenticidad: Los resultados de la IA a menudo se sienten genéricos, planos y sin voz, lo que los hace inútiles en un contexto educativo que requiere conexión. Ausencia de juicio profesional: A diferencia de la IA, los docentes aportan un juicio genuino que incluye razonamiento, imaginación y empatía, elementos clave para navegar las complejidades sociales del aula. Conocimiento tácito: La experiencia de un profesor, su intuición y su sintonía con la dinámica del aula son un saber hacer implícito que no puede ser automatizado. Este episodio te hará reflexionar sobre la necesidad de cuestionar las promesas de la industria tecnológica y, en cambio, reconocer cómo estas herramientas dependen del trabajo humano considerable y a menudo invisible de los docentes para funcionar y tener valor educativo. Es un llamado a revalorizar la experiencia, la intuición y el juicio pedagógico del profesor como elementos irremplazables en el proceso de enseñanza-aprendizaje.